¿Te has preguntado alguna vez quién es el “hombre ideal” para ti? ¿Realmente
existe el hombre ideal?
Y en caso de que sí, ¿quién podrá ser?
En este artículo me gustaría aclararte qué es lo que se entiende por el hombre ideal.
Por suerte hay cantidad de estudios que se han dedicado a este tema:
¿Qué significa que alguien sea la pareja ideal para una misma?
O, dicho de otra manera, ¿necesitamos de verdad una pareja que se parezca a nosotros o más
bien necesitamos a alguien que nos complemente, es decir, que sea diferente?
¿Conoces estas historias? Aquí tenemos a una mujer que se enamora de un hombre porque es
“diferente”, “de otra manera”; porque le importan un comino las reglas sociales, porque
sabe disfrutar la vida y no se lo toma todo tan en serio. Unos meses más tarde hablas con esta mujer de
nuevo y le preguntas ¿qué ha sido de tu nuevo amor?
Lo han dejado. Sí, al principio todo era emocionante y bonito, pero rápidamente a ella le pareci
ó que el hombre era un inmaduro. ¿Cómo comprometerse con alguien que no quiere atarse a
nada? Imposible...
O la mujer que encuentra sexy al empresario de éxito porque él sabe lo que quiere. Porque ha
tenido éxito en la vida.
¿Y entonces? Al poco tiempo ella se queja de que él nunca llega a casa antes de las 23. Y
¿es posible también que el fin de semana esté continuamente ocupado con la empresa y con el
móvil pegado a la oreja?
La psicóloga Diane Felmlee de una Universidad californiana detectó un patrón de
comportamiento en todas estas historias. Ella llama a este fenómeno atracción fatal (fatal
attraction).
A menudo nos sentimos en un principio atraídos por las características de otras personas que
nosotros no tenemos. No es extraño que a veces estas cualidades sean la razón por la que nos
separamos de nuevo o la que provoca
los problemas.
“Las diferencias simplemente son demasiado grandes”.
¿Por qué pasa esto? ¿Por qué nos sentimos atraídos por personas que
tan fuertemente se diferencian d de nosotros?
Pues bien, todos tenemos el instinto animal de ampliar nuestra personalidad, de conocer cosas nuevas. El amor es
la manera más fácil y bonita de conseguir exactamente esto.
Supongamos que desde siempre te ha interesado la música, pero que nunca has tenido la disciplina de
aprender a tocar un instrumento. Entonces te encuentras con un músico que no hace otra cosa que vivir por
y para su música. Apuesto a que te sentirás atraída por él. Su mundo será
también tu mundo y así podrás ampliar durante un tiempo tu personalidad casi como si de un
juego se tratara.
Esta ampliación del yo es también la razón de por qué las personas enamoradas se
sienten tan vivas, tan “nuevas”. Una pareja nos da lo que nos hace falta a nosotros. Al menos durante
un cierto tiempo.
“El amor nos hace volver a nacer”, dijo alguna vez el filósofo griego Platón.
Sin embargo, aquí hay un problema. A menudo nos sentimos atraídos por esta cualidad de nuestra
pareja al principio, sin embargo después es la que justo nos saca de quicio. Somos víctimas de
la fatal attraction.
¿Cómo es en tu caso? ¿Te parece emocionante que un hombre sea único, diferente a
todos los demás y con ello diferente también a ti?
Los polos opuestos se atraen. Sin embargo no aguantan mucho juntos. Esto es lo que demuestran al menos los
numerosos estudios al respecto.
¿Existe una solución a este dilema?
Un estudio a nivel mundial de los psicólogos de la Universidad de Texas investigó parejas que
llevaban muchos años casados. Querían descubrir qué es lo que diferenciaba a estas parejas
de las otras, cuál era su “secreto”.
Entonces se dieron cuenta de un hecho: las parejas eran parecidas en su carácter, sus preferencias
e intereses y en algunos casos hasta en el pelo. Sus actitudes y sus convicciones internas eran en la
mayoría de los casos exactas.
La pregunta es: ¿estas parejas se han ido equilibrando a lo largo de su relación o ya
tenían anteriormente este carácter?
El hecho es que nuestra personalidad es relativamente estable, nadie puede cambiar nuestro propio carácter
básicamente. Tampoco por amor.
A fin de cuentas, esto significa que el refrán de “cada oveja con su pareja” garantiza las
relaciones duraderas. Todos buscamos en principio alguien que se parezca a nosotros. Solo con una persona
que se PARECE a nosotros puede funcionar a largo plazo.
¿Qué significa esto exactamente?
Para poder saber quién es la pareja perfecta para ti tienes que saber primero quién eres TÚ.
¿Cuáles son tus preferencias? ¿Cuáles son tus convicciones? ¿Te gustan los
niños? ¿Eres una persona religiosa? ¿Eres sociable? ¿Introvertida? ¿Qué
es para ti lo más importante en la vida?
Me doy cuenta una y otra vez que muchas personas no tienen ni idea de quiénes son realmente. Cuáles
son sus deseos, sus sueños. Se aferran a la idea de “solo cuando tenga una pareja que me quiera,
entonces todo irá mejor”.
Y esto es lo que hoy me gustaría pedirte de corazón querida:
Piensa en lo que realmente es importante PARA TI en la vida, solo entonces podrás encontrar a la
pareja perfecta. No se trata de hacer todo por un hombre en una relación. Tampoco de “renovar”
a tu pareja y querer cambiarlo. No puedes cambiar la forma de ser de las personas. Nunca.
Se trata de que seas consciente de tus propios deseos y sueños y ENTONCES encontrarás a alguien que
se parece mucho a ti.
Y entonces tus sueños se hacen realidad. Y juntos.
Espero que pronto encuentres al hombre perfecto. A lo mejor ya estás con él, ¡quién sabe!
Y cuando des con él, te aconsejo que consultes alguno de los trucos de mi Ebook. Finalmente él tambi
én tiene que considerarte a ti como la mujer perfecta para él. :-)
Puedes encontrar más información sobre mi Ebook gratuito
aquí.
Te deseo todo el éxito del mundo para encontrar al hombre ideal y no lo olvides:
Es importante lo que TÚ quieres. Importante quién ERES.
Un saludo,
Tu amigo Christian Sander
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